"Yo lo quiero por muchas más razones que vosotras"
Que no sólo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores, y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna. (y mira que hay tontos enamorados en este mundo)
Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.
Que yo también lo veo.
Que yo también he memorizado su número de teléfono, y también cuento los pasos que da cuando se marcha.
Que sé la cara que pone cuándo deja de ser completamente él.
Que no hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza por eso de que sus ojos hipnotizan.Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras, y todo el remolino que forma en cada paso que da y en cada gesto que hace.
Todo eso de que él puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir viva y a la mierda con la autodestrucción...
Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dió dos besos y me preguntó que tal.
Así que supondras que yo soy la primera que entiende que pierdas la cabeza por sus ojos, el sentido por sus palabras, y la razón por un mínimo roce de mejilla.
Que te entiendo.
Que yo escribo sobre lo mismo. Sobre el mismo.
Que razones tenemos todas.
Pero yo... muchas más que vosotras.
Que no sólo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores, y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna. (y mira que hay tontos enamorados en este mundo)
Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.
Que yo también lo veo.
Que yo también he memorizado su número de teléfono, y también cuento los pasos que da cuando se marcha.
Que sé la cara que pone cuándo deja de ser completamente él.
Que no hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza por eso de que sus ojos hipnotizan.Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras, y todo el remolino que forma en cada paso que da y en cada gesto que hace.
Todo eso de que él puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir viva y a la mierda con la autodestrucción...
Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dió dos besos y me preguntó que tal.
Así que supondras que yo soy la primera que entiende que pierdas la cabeza por sus ojos, el sentido por sus palabras, y la razón por un mínimo roce de mejilla.
Que te entiendo.
Que yo escribo sobre lo mismo. Sobre el mismo.
Que razones tenemos todas.
Pero yo... muchas más que vosotras.
